1.- Una Herencia Sorprendente.
Wynne Sommers necesitaba un marido para asegurarse su herencia. Quería un hombre alto, fuerte e intrépido. ¡Y Jake Hondo reunía todas las cualidades! Aquel ranchero introvertido y temperamental también necesitaba casarse para que la herencia que dejaba su abuelo fuera suya. Aunque Wynne era una romántica empedernida y él un vaquero con los pies firmemente plantados en la tierra, Jake no podía permitir que ella se casara con cualquiera... Desafortunadamente, él no descubrió en qué consistía la herencia de Wynne hasta después de la boda. No consistía en dinero, ni en tierras... ¡sino en dos niños empeñados en llamarlo papá!
2.- Esposa por Azar.
Para mantener alejado a su jefe, Nikki Ashton le había contado que estaba felizmente casada, lo que era absolutamente falso. Lo de encontrar un anillo le había resultado francamente fácil, pero lo que necesitaba, sobre todo, era un marido. Y halló uno estupendo: el maravilloso Jonah Alexander. Por desgracia, él había ido a aquella fiesta no para casarse, sino para impedir un matrimonio. Estaba convencido de que su hermano Eric cometería el mayor error de su vida si se casaba con Nikki Ashton...
3.- El Baile De La Cenicienta.
Los padres de Emma Montague celebraban un baile donde las parejas tenían la posibilidad de conocerse y casarse esa misma noche, como homenaje a la noche en que ellos se conocieron y encontraron el amor eterno. Emma había perdido toda su fe en los cuentos de hadas cuando Rafe Beaumont, su príncipe azul, la abandonó... pero, milagrosamente, había vuelto. Los Montague habían destruido la vida de su hermana con aquella tontería del baile de Cenicienta, y Rafe quería venganza. Se casaría con Emma y le rompería el corazón.
4.- Una Esposa Recuperada.
Shayne Beaumont se vistió para el baile sabiendo que jamás se encontraría a nadie como su ex marido. Habían pasado nueve años desde que su hermano Rafe la obligara a anular su matrimonio con Chaz McIntyre, y no había vuelto a verlo. Chaz no tenía ni idea de quién le había mandado la invitación para el baile, pero enseguida se fijó en una bella mujer enmascarada. Sólo que al final resultó ser Shayne, su ex esposa, a la que una vez había amado con todo su corazón. Los dos deseaban casarse, ¿pero perdonaría Chaz alguna vez a Shayne?
Wynne Sommers necesitaba un marido para asegurarse su herencia. Quería un hombre alto, fuerte e intrépido. ¡Y Jake Hondo reunía todas las cualidades! Aquel ranchero introvertido y temperamental también necesitaba casarse para que la herencia que dejaba su abuelo fuera suya. Aunque Wynne era una romántica empedernida y él un vaquero con los pies firmemente plantados en la tierra, Jake no podía permitir que ella se casara con cualquiera... Desafortunadamente, él no descubrió en qué consistía la herencia de Wynne hasta después de la boda. No consistía en dinero, ni en tierras... ¡sino en dos niños empeñados en llamarlo papá!
2.- Esposa por Azar.
Para mantener alejado a su jefe, Nikki Ashton le había contado que estaba felizmente casada, lo que era absolutamente falso. Lo de encontrar un anillo le había resultado francamente fácil, pero lo que necesitaba, sobre todo, era un marido. Y halló uno estupendo: el maravilloso Jonah Alexander. Por desgracia, él había ido a aquella fiesta no para casarse, sino para impedir un matrimonio. Estaba convencido de que su hermano Eric cometería el mayor error de su vida si se casaba con Nikki Ashton...
3.- El Baile De La Cenicienta.
Los padres de Emma Montague celebraban un baile donde las parejas tenían la posibilidad de conocerse y casarse esa misma noche, como homenaje a la noche en que ellos se conocieron y encontraron el amor eterno. Emma había perdido toda su fe en los cuentos de hadas cuando Rafe Beaumont, su príncipe azul, la abandonó... pero, milagrosamente, había vuelto. Los Montague habían destruido la vida de su hermana con aquella tontería del baile de Cenicienta, y Rafe quería venganza. Se casaría con Emma y le rompería el corazón.
4.- Una Esposa Recuperada.
Shayne Beaumont se vistió para el baile sabiendo que jamás se encontraría a nadie como su ex marido. Habían pasado nueve años desde que su hermano Rafe la obligara a anular su matrimonio con Chaz McIntyre, y no había vuelto a verlo. Chaz no tenía ni idea de quién le había mandado la invitación para el baile, pero enseguida se fijó en una bella mujer enmascarada. Sólo que al final resultó ser Shayne, su ex esposa, a la que una vez había amado con todo su corazón. Los dos deseaban casarse, ¿pero perdonaría Chaz alguna vez a Shayne?
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